El grado de adherencia de este terreno, es mínimo: Como patinar sobre hielo.
Igual de divertido, igual de peligroso. Se requiere una suavidad y una exactitud clara en el manejo del vehículo.
Bajo este manto tan particular, se ocultan los obstaculos de siempre: piedras, huellas, zanjas y barriales en su interior, volviéndolos invisibles por completo, con lo que debemos extremar precauciones.
¿Como estar tranquilos? Manejar siempre manteniendo las huellas anteriores, a un ritmo constante, sin aceleraciones o frenadas bruscas, una velocidad que permite una respuesta rápida al acelerar. Los giros cerrados tampoco son recomendables.
Las cadenas son un factor importante: No permiten que las ruedas se llenen de nieve, y va rompiendo el terreno a nuestro paso. Imprescindibles para subir cuestas, tratando de hacerlo en forma de «S». Esto mejora la tracción y la direccionalidad del vehículo.
Al descender, mejor en linea recta, dando pequeños toques al volante y al acelerador para corregir los deslizamientos laterales. Ante la nieve virgen, es conveniente llevar una marcha larga, y bajas vueltas, metiendo un cambio atrás si nos percatamos que el vehículo patina o se empieza a detener, intentando luego con un poco más de fuerza.
Al frenar, un error que muchas personas cometen cuando sienten que los neumáticos comienzan a deslizarse en el hielo es pisar fuertemente los frenos. Esto los obstruye y causa que se deslicen mucho más. Esto suele dar como resultado una pérdida de control del vehículo. Bombea los frenos, en vez de pisarlos de golpe. Utiliza tu pie para pisar suavemente el pedal de los frenos cuando quieras disminuir la velocidad. El automóvil permanecerá bajo control ya que pierde lentamente la velocidad.
Los distintos tipos de nieve, responden también de manera muy diferente al «ataque» de nuestro vehículo:
La nieve primavera (muy húmeda), tiende a apelmazarse dificultando nuestro avance.
La nieve en polvo permite avanzar con mayor facilidad, aun cuando la capa de nieve supere con creces la altura libre del vehículo.
Suele acompañar a la nieve otro elemento peligroso, el hielo. Ante el hielo nuestro mejor aliado son también las cadenas, y la precaución. Llevar también lo habitual: Pala y neumáticos adecuados, si es posible.